domingo, 23 de enero de 2011

La personaja del año




Hay que concederle el título. No he tenido más remedio que quererla. Se ha hecho querer pese a que siempre hay que estar vigilándola para que no haga una trastada. Pero se hace querer, y se lo curra bien, ella intuye que es bonita, y dulce, con esos ojos verdosos y esa cara de santa, de mosquita muerta que no ha roto un plato en su vida…; cuando pide perdón por hacerme enfadar, me mira y menea la cinturita de bailarina. No tengo menos que reír.

Vamos por la calle y los hombres me la piropean, y yo hasta me mosqueo un poco y todo. A ver si la montan un día en un coche y nos la secuestran; que ella es capaz de irse con cualquier desconocido que le haga una gracia o le diga que es guapa.


Esta pelirroja sí es la verdadera princesa del pueblo, y no otras rubias teñidas que andan por ahí en los platós de televisión. Al menos ya es la princesa del barrio, la Miss Piernas Bonitas del Guadalmedina. Hace tres semanas ha conocido y tenido amores con Cartucho, un podenco como ella, del mismo color y más corpulento. Todavía no sabemos si se habrá quedado preñada, pero ha tenido un par de vómitos y está mimosa y dormilona. Me pregunto que tal madre será esta persona(je)(ja) del año que, aunque ya es adulta, lleva aún esa especie de alegría en estado puro, y la expresa cuando se siente libre, la he visto, y la han visto las personas que pasan por el puente sobre el Guadalmedina y se detienen a mirar esa perra loca de contenta disparada como una flecha tras las garzas o las palomas, o jugando ella sola a tirar, patear y saltar a coger entre los dientes una pelota, un palo, un trapito, una botella de plástico, como si fueran lo más lindo de la vida.










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