lunes, 23 de noviembre de 2009

Mensajes desde el ¿más? allá.


Mi amigo M me manda este fragmento en un correo:

"Riki, te parecerá sorprendente, pero anoche he conversado, reído, y llorado en sueños con nuestra inolvidable Charito. Yo le decía cuán agradecido le estoy a ella y a Maru por enseñarme a enseñar, por tantísima ayuda que me dio. Por tanto buen consejo, por tanta clase observada de un recién graduado, y los errores sólo los apuntaba para ayudarme a corregirlos, pero jamás para reportarlos. Así le hablé en sueños."

Y yo le respondo:

Qué bueno ese sueño que me cuentas, M. Yo tuve uno muy parecido hace poco con Norbe. Me daba un abrazo de despedida, es lo que más recuerdo de ese sueño. Estoy escribiendo algo acerca de ese sueño, y de los maestros también, ese sentimiento de agradecimiento por todo lo que aprendiste con nuestras buenas amigas para dar buenas clases, fíjate tú qué casualidad.
................................................................................................................
Cuando llegó el momento en que Mariíta, la madre de Norberto se iba de este mundo, yo estaba ahí; allá en el hospital Calixto García de La Habana. Norberto se negaba a comprenderlo, y sobre todo a aceptarlo, quizás por eso no entendía, no veía que su madre se apagaba ente sus ojos. Hasta me lo preguntó: “¿Se está muriendo?” Yo asentí con la cabeza.
Su dolor era inconsolable.
Y así estuvo días, semanas. Volvió a su trabajo de guionista, tecleando en su habitación de siempre, en su vieja máquina de siempre. Y a veces paraba para llorar. Se secaba los mocos y seguía tecleando. Lo más triste era que el pobrecito mío tenía un contrato con Radio Cadena Habana para escribir un programa humorístico. Vivía de eso por aquella época.
Mariíta vino a uno de esos estados de semi-sueño en el que voy a quedarme dormido o a despertar. Y me pidió que le diera un recado a Norbe, que ella quería que él estuviera tranquilo y feliz, que si no se conformaba, al menos que comenzara a sentir cierto consuelo.
Recuerdo la escena exacta. Yo pedaleando en una de mis tantas bicicletas llevo al Norbe en la parrilla, rumbo a su casa y le cuento el sueño, y le doy el recado de su madre.
Concluimos que “a lo mejor” era un mensaje. Ambos vivíamos nuestra época marxista-materialista furibunda y no creíamos en nada divino que no fuera un producto humano.
Pero funcionó. A partir de que recibiera el mensaje.
A mí también me ocurrió lo mismo, de la misma forma casi. Veinte años después. Norbe vino a uno de esos semi-sueños. Ocurrió poco antes de que comenzara a escribir este blog, en la víspera del primer año de su muerte. Veo la escena: Yo acababa de llegar a Cuba en una especie de viaje sorpresa hacia el pasado, y en el patio de la casa de mi infancia están mi madre, mi hermano pequeño y un Norberto joven, rozagante y risueño que me da un abrazo grande, hondo, de bienvenida. Abrazo de bienvenida.
Para despedirse.
Es que yo no lo dejaba ir.
Ese abrazo fue reconfortante, lo sé porque desperté con su calor, aún en mis hombros y en el pecho. Me acomodé en la cama, regresando a esta realidad sin él, pero conservando esa emoción de los reencuentros, de cuando aún éramos jóvenes y ya sabíamos que nuestra amistad iba a ser para siempre. No me había dado ningún mensaje, sólo el calor de su alegría desbordada al verme llegar. Suficiente para que yo entendiera.
A mí también me funcionó.

2 comentarios:

  1. Me encanta esto. Soy la persona que Ricardo llama T. Cuando me despedí de mi hija, el día 15 de octubre, antes de su sedación, ella me dijo que quería vernos desde el otro lado por un agujerito y yo le pedí: "busca el modo de hacernos saber que estás bien". Lo ha hecho. Desde el día 2, cuando pienso en ella, ya no me llega su última imagen sino otra: su carita bella antes de enfermar y sobre todo sus ojos que me miran sonrientes, con un brillo enorme entre chispeante y sereno. Así que pienso "Raquel está bien, está en paz".

    ResponderEliminar
  2. Gracias Ricardo y creo que atodos nos llega su alegria, esa con la que vivio y que nos entregaba a todos.

    ResponderEliminar