domingo, 29 de noviembre de 2009

Oráculo del final de noviembre.


Por la ventana entra la luz de un nuevo día; y no es, precisamente, una luz alegre. Es más bien rácana y escasa, la luz mustia de finales de otoño en un país que está ubicado muy al norte. Yo me siento ante este pequeño aparato que me vincula al mundo y miro la hoja blanca que se dibuja en la pantalla. Demasiado blanca, demasiado impoluta y demasiado vacía

Así comienza el post escrito por nuestro amigo Antonio Álvarez Gil ayer sábado 28.

Esta es la última mañana del penúltimo día de noviembre, este último domingo gris, de finales de otoño. Desde la madrugada llueve a intervalos. Chubascos fríos. La humedad se cuela por las ventanas. Se oye el motor de algún coche pasando lento, lejano. El resto es silencio y rumor de lluvia.
El marco es ideal para los pensamientos tristes; para darnos un atracón de pesimismo; para sacar junto con la ropa de invierno que lleva meses en cajas, las incertidumbres y los desalientos. Lo mismo allá en Estocolmo que aquí en Málaga.
Hay tantos problemas por resolver, tanto por desatascar y remover, tanto que solucionar, ya sea a nivel personal-familiar, que a otros, a nivel cumbre de estados.
A mi la tristeza, como la lluvia, se me derrama en enfado, para caer a desconsuelo y resbalar pecho abajo hacia la apatía, la indiferencia, la inmovilidad, y que salga el sol por donde le plazca, o no, que se quede todo gris y nublado y llueva, como hoy.
Llevo mucho tiempo disfrutando la lectura de El blog de Álvarez Gil. Hace pocas semanas nos dio la alegría de que resultara premiado en un concurso literario aquí en España. Yo me alegré tanto que me incluí en la lista de seguidores de su blog.
Sus escritos son a veces síntesis de mis propias conversaciones familiares, cuando evaluamos el tema Cuba, o cuando sus reflexiones coinciden asombrosamente con eso mismo acerca de lo que yo pensaba escribir. Me ha ocurrido en más de un par de ocasiones el tener una idea, una opinión o un punto de vista que expresar y descubrir que Antonio ya la ha sintetizado en un post, con sentido y buen gusto. Y con inteligencia y con sentimientos que uno percibe genuinos.
No le había escrito a Antonio Álvarez Gil para felicitarle por su premio, o para decirle por qué leo lo que escribe.
Pero esta mañana de domingo lluvioso he desayunado leyendo su crónica con ese gris que imagino en Estocolmo, y mi amigo me deja el resto de la mañana dándole vueltas a las líneas del párrafo que cierra el escrito. Lean:

¿Qué traerá, después de todo, el año próximo y cómo será el futuro de la Isla? Me gustaría interrogar a algún oráculo sobre el destino de mi pueblo. Pero los oráculos ya no existen y no creo probable que aparezca alguno por aquí. Si lo hiciera, si yo le preguntara, estoy seguro que se encogería de hombros y movería con desaliento la cabeza. Quizás incluso diría que ni él puede responder a una pregunta tan difícil.

Yo tampoco, pero lo he intentado.
Mi primera intención fue llamar por teléfono a mi amigo Ariel, que es, para quien no lo sabe, una autoridad en estos temas desde hace más de treinta años. Ariel Miranda es el autor, entre otros libros, de I Ching Métodos de Consulta Tradicional y Avanzados que es el resultado de décadas de estudio sobre la forma en que los antiguos chinos intentaban leer en los hilos del futuro.
¿Cuál es la conexión entre la pregunta y la posible respuesta? Lo ignoro. ¿Por qué la pregunta apropiada produce la respuesta acertada? También lo ignoro. ¿Cuánto influye la mente de quien pregunta en el resultado de la respuesta? Es evidente que el pensamiento, la energía del cerebro tendrá algo que ver. Supongo.
A mediodía ha escampado.
Consulté el I Ching por mi cuenta (y riesgo) Y también por mi amigo Antonio, y por mi hijo, que sigue en paro, y por el temor de que no alcanza el dinero para todo el que necesita ese pequeña ayuda económica que llegará en forma de regalo navideño, y por el miedo a enfermar y no sentirnos protegidos, y por la pena de la distancia y la soledad de quienes se van y se van y se van. Consulté por mi alumna que sortea un cáncer con tai chi, por esos a los que quiero de todo corazón ayudar en medio de una impotencia paralizante. Y porque sea la que sea, necesitamos algunas respuestas para vivir.
Proyecté mi mente sobre esa pantalla: Demasiado blanca, demasiado impoluta y demasiado vacía… No hice trampas, simplemente reuní todas las preguntas en esa sola interrogante que nos angustia; apreté una tecla, y lo que obtuve fue esto:

TAI / PAZ

Las influencias de ambos trigramas están en armonía, de manera que todas las cosas brotan y prosperan.

EL JUICIO:
"Paz. Pequeñas partidas, gran aproximación. Buena fortuna. Éxito".
El cielo sobre la tierra permite desarrollar su poder en unidad y armonía. Paz y bendiciones descienden sobre todas las cosas vivientes. Es una época de armonía social; los que se encuentran en alta posición favorecen a los inferiores y éstos a, su vez se encuentran bien dispuestos hacia los superiores. Terminan los feudos. Al centro está el principio de la luz, que tiene una poderosa influencia y somete a la oscuridad. Cada uno recibe lo que merece.

LA IMAGEN:
"Cielo y tierra unidos; la imagen de la paz. El gobernante divide y completa el curso del cielo y de la tierra; proporciona y regula los dones del cielo y la tierra y así ayuda al pueblo".
Se trata de una época de prosperidad general. Toda esta corriente de energía debe ser regulada por un gobernante apropiado, de manera de aprovecharla lo más posible.

LAS LINEAS:

Nueve en la base significa: "Cuando se tira del pasto, la tierra también sale. Cada uno de acuerdo a su naturaleza. Las empresas traen buena fortuna".
En tiempos de prosperidad todos los hombres capaces pueden ser llamados a asumir una tarea.
El propósito de todo hombre debe ser cumplir con algo.

Nueve en el segundo lugar: "Paciencia con los que carecen de nobleza. Vadear el río con resolución, no descuidar lo que está distante. No mirar a los acompañantes: uno puede guiar la caminata por, el medio".
En tiempos de prosperidad es necesaria la nobleza de carácter para tratar con las gentes
imperfectas. En las manos de un gran maestro ningún material es inútil, puede encontrarle uso para algo. Generosidad no significa dejación o debilidad. Justamente en los tiempos de prosperidad debemos estar más dispuestos a emprender tareas peligrosas, como cruzar un río si es necesario. Tampoco descuidar lo que todavía está distante, sino que prepararnos escrupulosamente para cualquier cosa. La división en facciones debe ser evitada cuidadosamente. Cada uno debe encontrar el mejor medio para la acción.

Nueve en el tercer lugar significa: "Ni llano, ni compañía en la pendiente; ni seguidores al retorno. El que persevera en el peligro no tiene reproches. Sin reclamos sobre su sinceridad; aprovechar la buena fortuna mientras se posee".
Todo en la tierra puede cambiar. La prosperidad es seguida por la declinación. El daño puede ser alejado temporalmente pero no abolido. Siempre vuelve. Está convicción nos permite no ilusionarnos cuando llega la buena fortuna. Si continuamos temiendo el peligro, evitaremos los errores. Mientras el hombre fuerte y rico no se deje tentar por la fortuna y permanezca superior al destino, la fortuna no lo abandonará.

Seis en el cuarto lugar significa: "Cae en un estado de agitación, no se jacta de su salud junto a su vecino, cándido y sincero".
En los tiempos de confidencias mutuas, la gente de situación elevada toma contacto con los inferiores. No se debe a la fuerza de las circunstancias sino corresponde a sus sentimientos. La aproximación es espontánea, porque está basada en una convicción íntima.

Seis en el quinto lugar significa: "El soberano da su hija en matrimonio. Esto lo hiere y le trae la mayor fortuna".
La hija, aunque su marido sea de, rango inferior, debe acatar su voluntad. Trae felicidad.

Seis en la cima significa: "La muralla cayó en el foso. No usar las armas ahora. Conozcan por dentro su propio pueblo. La perseverancia trae mortificación. La hora de la sentencia está próxima".




3 comentarios:

  1. Querido Ricardo:
    Es increíble cómo suceden a veces las cosas en la vida. Me he leído con muchísimo interés este post tuyo. Lo único que lamento es no haber sabido antes que llevabas este blog, del que me haré inmediatamente seguidor. Muchísimas gracias por leer el mío desde Málaga. Y gracias, cómo no, por haber citado mis palabras del sábado (en lugar de "palabras" había escrito "reflexiones"; pero últimamente el término ha dejado de gustarme). Pero es muy interesante lo que has escrito sobre el oráculo. Y esperemos que se dé, aunque sea en parte. Como ya tengo tu correo, te contestaré el tuyo despacio por esa vía. Me hace muy feliz saber que un escritor de tus méritos y calidad aprecia en algo lo que escribo. Es una pena que no hayamos estado en contacto cuando estuve en Málaga presentando un libro de cuentos titulado "Nuca es tarde". Estuve en el Centro Cultural de la Generación del 27. Pero sobre eso te contaré en mi correo.
    Un abrazo desde Estocolmo
    Tony

    ResponderEliminar
  2. Ricardo, has visto que me he echo seguidora, sabes que tus palabras me reconfortan y me gusta leerte. Tienes tanto que contar y de una manera tan intensa que ayuda a la reflexión de una manera muy profunda; hay que tomar aire para no volverse loco.

    Aún no he leído todo,pero poco a poco. Te mando un beso muy fuerte y mucho cariño.

    ResponderEliminar
  3. He hecho, del verbo hacer se escribe con hache.Cuanta incultura...

    ResponderEliminar